Si tu reloj nuevo no funciona, comprueba si has retirado la pieza de plástico que hay entre la corona (el botón lateral) y la caja. Quítala y empuja la corona para colocarla en su posición normal.

Comprueba si hay que cambiar la pila. Algunas de las pilas de los relojes de cuarzo pueden durar hasta tres años, pero la mayoría solo dan un buen rendimiento durante dos. Cualquier profesional local puede reemplazar la pila.

La mejor manera de evitar que se meta agua en la caja es no tocar los botones ni girar o tirar de la corona en condiciones de humedad. Incluso si tu reloj es resistente o a prueba de agua, la humedad se puede introducir en la caja al mover estas piezas. Procura cerrar la corona del reloj apropiadamente siempre antes de exponer tu reloj al agua.

Si se forman gotas en el interior del cristal o este se empaña, abre la corona y coloca el reloj bajo la luz directa del sol con la corona hacia arriba. Déjalo así durante algunas horas. Si es un reloj de cuarzo y ha dejado de funcionar, es posible que el daño en el movimiento ya no se pueda reparar. Llévalo a tu profesional local para que haga un diagnóstico y lo repare.

Por lo general esto significa que uno de los engranajes internos no funciona, aunque la parte electrónica sí lo haga. El reloj necesita una reparación para que vuelva a funcionar. Te recomendamos que lo lleves a un profesional local.

Esto ocurre debido a una función que indica que la carga de la batería es baja y se está gastando. Para solucionarlo, cambia la pila. Cualquier profesional local puede reemplazarla.

El uso de las funciones extra, como el cronógrafo, puede hacer que la vida de la batería se acorte. Para conservar la energía, usa las funciones colo cuando las necesites.

Abrir un reloj más de lo necesario puede dañar el sellado de la tapa y resistencia al agua. Te aconsejamos que cambies la pila y abras el reloj solo cuando sea estrictamente necesario. Cualquier profesional local puede cambiar la pila.

La pila debería durar uno o dos años. El tiempo real depende de la cantidad de complicaciones (funciones como el despertador o el cronómetro) que tenga el reloj y la frecuencia con la que las uses, así como la edad del reloj.

Las caídas o golpes pueden dañar los circuitos. El agua o incluso la humedad en el aire también pueden hacer que se estropeen. Cuando esto sucede, habrá partes de la pantalla que no reciban el voltaje adecuado y por eso no mostrará los dígitos correctamente. Un profesional local puede cambiar la pantalla.

Esto suele ser una cuestión de calibrar el cronógrafo. Rara vez se debe a un defecto en el reloj. Para solucionar el problema, debería ser suficiente con llevar la manecilla del cronógrafo a la posición "0" manualmente.

Esto se debe a que los componentes analógicos (las manecillas) y digitales de tu reloj se fabrican por separado. Puede que uno tenga problemas de funcionamiento y los otros no. Busca a un profesional local para que lo repare.